Realizado por el escultor danés Edvard Eriksen, se encuentra en el paseo de la costa Langelinie, en la bahía del Puerto de Copenhague, que desemboca al mar Báltico y próxima también al real palacio de Amalienborg, sobre unas rocas que se adentran en el mar.
del mismo nombre del autor danés Hans Christian Andersen, la pequeña y poco imponente estatua es un icono de Copenhague y ha sido una importante atracción turística desde su inauguración en 1913.
En los últimos decenios se ha convertido en blanco de los vándalos y los activistas políticos.
Con ella, Jacobsen quiso homenajear a la bailarina danesa Ellen Price, gran estrella del Ballet Real Danesa, quien había cosechado un gran éxito en el ballet basado en el cuento La sirenita, escrito por Hans Christian Andersen en 1837 Ante la negativa de la bailarina a posar desnuda, Eriksen tuvo que utilizar a su esposa como modelo, aunque la cabeza y rostro son de la bailarina.
[7] La empresa ha presentado en varios casos reclamaciones del orden de 10.000 coronas danesas contra medios de comunicación que han utilizado imágenes en las que la estatua es el motivo principal.
Esta nueva escultura llamada Han (del danés: Él), al igual que La sirenita, se asienta sobre una gran piedra mirando al mar, aunque esta piedra es de acero inoxidable como toda la escultura.
La nueva estatua contiene un sistema hidráulico que le permite pestañear una vez cada hora.
Más tarde, la policía dijo que la escritura se refería probablemente a Abdulle Ahmed, un refugiado somalí que ha estado detenido en una unidad de alta seguridad en Dinamarca desde 2001 debido a una sentencia de custodia.
Andersen o su cuento de hadas podía interpretarse como racista.
[29] Aunque no se considera vandalismo, ya que no se causa ningún daño a la estatua, la gente también la ha vestido en repetidas ocasiones, ya sea por diversión o para hacer declaraciones más serias.