La Guarda

En el año 1856, durante el reinado de Isabel II, se mandó construir un puente sobre el río Ortiga[1]​ para que los aldeanos pudieran cruzar a la Sierra para obtener provisiones de leña y realizar otras labores.A este le acompañaba un escudo de bronce que desapareció hace una década y del cual solamente quedan algunos restos.La construcción duró mes y medio la cual dio trabajo a cien jornaleros diarios que ganaban 7 reales al día mientras que los maestros de obra llegaron a ganar 13 reales.Esta actividad es de dificultad baja y con un trayecto de 11 kilómetros donde todos los asistentes cada año recorren el camino hasta el puente Isabel II y degustan platos tradicionales extremeños.[5]​ El repertorio formal y tecno-tipológico de los materiales exhumados sitúa este monumento en un horizonte post-orientalizante que coincide con otros vecinos como el de La Mata o Cancho Roano que se conservan con una mayor calidad.