[2] El impacto del documental en la opinión pública fue considerable,[2] con una audiencia que alcanzó los 20 millones de espectadores en sus primeras 6 semanas.
La estructura del documental ha servido como modelo para las películas de propaganda incluso en otros conflictos, como durante la II Guerra Mundial.
[4] En una segunda parte, se muestran tropas y armamento en el terreno ocupado, heridos evacuados, prisioneros bajo escolta armada, panorámicas de la desolación en el campo y cortos planos del botín capturado.
[4] En su conclusión, las tropas británicas se muestran en avance hacia el frente entre gritos de ánimo.
Por su naturaleza, el documental estableció un modelo en la manera de filmar y presentar la guerra que fue seguida posteriormente por otros realizadores y generó una controversia ética todavía vigente, como la que subyace en la intrusión de la privacidad o sobre la manipulación.