[1] Su éxito se debió en gran parte a la cortina musical de Franco Micalizzi.
Pertenece a lo que en Italia se conoce como género strappalacrime (del italiano strappare, arrancar; y lacrime, lágrimas).
Incapaz de cuidar a su hijo solo, Roberto lo inscribe en un internado, del cual el niño se va solo durante las vacaciones.
Para las vacaciones de Pascua, Luca regresa a casa, pero Roberto siempre está muy ocupado con el trabajo.
Roberto satisface a su hijo, pero el parque de atracciones está cerrado: por lo tanto, decide pedirle a sus gerentes que lo abran para cumplir el último deseo del hijo que está muriendo.