The Last Castle (en España, La última fortaleza; en Hispanoamérica, El último castillo) es una película estadounidense dirigida por Rod Lurie y protagonizada por Robert Redford, James Gandolfini y Mark Ruffalo.
El teniente general Eugene Irwin es sentenciado en una corte marcial a cumplir varios años de cárcel en una prisión militar.
A esta cárcel eran destinados soldados que hubieran cometido delitos mientras vestían el uniforme militar de los Estados Unidos.
Cuando consigue ganarse el respeto y la camaradería de los internos y recupera el sentido del honor de los hombres, un enfadado Winter ordena a sus guardas destruir la pared con un bulldozer.
Irwin y sus prisioneros rinden respetos a Aguilar en formación, cantando el himno de los marines.
En ese momento Winter y los prisioneros observan como Irwin ha izado la bandera de los Estados Unidos de forma correcta, lo que hace que todos los prisioneros se queden mirando y hagan el saludo militar hacia ella.