Sus efectos pueden incluir alucinaciones con ojos abiertos y cerrados, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo, la alteración de la percepción, la conciencia y los sentimientos, además de sentir sensaciones o visualizar imágenes que, para el consumidor, pueden parecer reales.[5] De todas formas, es muy difícil que se produzca el envenenamiento por LSD, porque la dosis necesaria para producir sus efectos psicodélicos está muy por debajo de las dosis tóxicas o letales, pues es suficiente con 20 a 30 microgramos para experimentarlos levemente.[8] Hofmann descubrió sus propiedades psicodélicas en 1943, y el LSD fue introducido por los laboratorios Sandoz como medicamento comercial para diversos usos psiquiátricos en 1947 bajo la marca Delysid.Aunque «dietilamida» es un vocablo femenino, el uso general del término ha optado por la forma masculina, tal y como recoge la Real Academia Española en su «Avance de la vigésima tercera edición del Diccionario de la Real Academia Española».El LSD es sensible al oxígeno, la luz ultravioleta y el cloro, especialmente diluido, aunque puede conservar su potencia durante años si se almacena lejos de la luz y la humedad, a temperaturas bajas.«Como observó Sidney Cohen, en una maleta con capacidad para sólo dos trajes podría llevarse suficiente LSD para incapacitar temporalmente a toda la población de Estados Unidos».[19] A finales de los noventa, el LSD obtenido durante las operaciones antidroga en Estados Unidos varía usualmente entre los 15 y 70 microgramos por dosis.Tras lograr sintetizar la ergobasina (sustancia uterotónica), comenzó a trabajar en otros derivados amidas del ácido lisérgico.La dietilamida del ácido lisérgico es el vigésimo quinto derivado del ácido lisérgico que sintetizó (de ahí su nombre: LSD-25), y en un primer momento Hofmann pensó que podría tener utilidad como analéptico, estimulante de los sistemas circulatorio y respiratorio, dada su analogía estructural con la nicetamida (dietilamida del ácido nicotínico), un analéptico conocido.Sus propiedades psicodélicas no se descubrieron hasta 1943, cuando Hofmann, siguiendo lo que denominó «un curioso presentimiento», volvió a trabajar sobre el compuesto.[23] Mientras volvía a sintetizar LSD-25, Hofmann se sintió mareado y tuvo que dejar el trabajo.En su diario, Hofmann escribió que abandonó el laboratorio y partió a su casa, afectado por «una notable inquietud, combinada con un ligero mareo».Durante el viaje a casa, el estado de Hofmann se agravó, y en su diario escribió que todo lo que había en su campo de visión ondulaba, distorsionado como una imagen en un espejo cóncavo.[24] Cuando llegó el médico, no encontró ningún síntoma físico anormal, salvo las pupilas extremadamente dilatadas.En su diario, Hofmann indica que el doctor decidió no medicarlo y prefirió enviarlo a la cama.Los colores y juegos de formas que veía con los ojos cerrados le resultaban ahora placenteros.Durante su 'viaje', las impresiones acústicas (como el ruido de un automóvil que pasaba) se transformaban en imágenes.Los efectos descritos eran «trastornos pasajeros del afecto, alucinaciones, despersonalización, vivencia de recuerdos reprimidos y síntomas neurovegetativos leves.Sin embargo, los trastornos intermitentes del afecto pueden persistir, ocasionalmente, durante varios días».El LSD se consideraba entonces psicomimético, es decir, capaz de producir una psicosis temporal.Numerosos psicoanalistas y psicoterapeutas en general utilizaron el LSD como psicolítico, para derribar las barreras psíquicas del paciente, logrando que este afrontara en una sola sesión contenidos reprimidos que, de otra forma, hubieran exigido años de terapia.Los resultados fueron positivos en la mayor parte de los casos, aunque también se produjeron efectos adversos en algunos enfermos.aprobó una nueva normativa sobre fármacos, en la que el LSD quedaba catalogado como «droga experimental».[39] En 1965 se dio un paso más con la Enmienda para el Control del Abuso de Drogas, que penalizaba como delitos menores la producción ilegal y la venta, aunque no la posesión.[16] La psicoterapia psicodélica con sustancias como el LSD y Psilocibina se está investigando nuevamente.Suele estimular los procesos del pensamiento, ocasionando el paso acelerado de una idea a otra.Hay pruebas de que los psicodélicos inducen adaptaciones moleculares y celulares relacionadas con la neuroplasticidad.[49] Como reacción a la enorme popularidad que dieron al LSD Timothy Leary y otros científicos defensores, algunos medios contraatacaron destacando sus peligros: tanto los derivados de una conducta imprudente durante el 'viaje' (se popularizó una falsa leyenda urbana sobre unos jóvenes que se habrían quedado ciegos mientras observaban, arrobados, el sol)[50] como daños permanentes a la salud derivados del consumo: por ejemplo, mutaciones en los cromosomas y pérdida irreparable de la lucidez.[53] Sin embargo, aunque el LSD no origine generalmente trastornos duraderos en personas que no hayan experimentado ansiedad, depresión o alienación, puede contribuir al desarrollo de problemas mentales en aquellos que ya los tienen o son propensos a estados psicóticos.Nicholas Malleson concluye que «el tratamiento con LSD origina reacciones adversas agudas, pero si hay una supervisión psiquiátrica adecuada y se dan las condiciones adecuadas para su administración, la incidencia de tales reacciones no es grande».
Comparación del tamaño de una dosis de LSD con el de un
fósforo
. Los popularmente llamados
tripis
, consumidos a la moda, con agua mineral. Consisten en papel impregnado con LSD, los colores y la decoración son para que resulten más atractivos pero pueden presentarse en monocolor.