El sistema, basado en la utilización del agua como medio de defensa, es único y está inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
La inundación se calculó para que tuviese una profundidad de unos 30 centímetros, que era una profundidad insuficiente para ser accesible por los buques cargados.
La línea defensiva de Ámsterdam fue construida entre el 1880 y 1914.
La invención del avión y del tanque la convirtió en obsoleta al concluir los trabajos (como lo demuestra el trágico final del Fuerte Eben-Emael).
Normalmente no son visitables, excepto el Día del Patrimonio (en neerlandés: Open Monumentendag), el segundo sábado de septiembre.