Artista y erudito girondino, dejó a mediados del siglo XIX un fondo iconográfico excepcional sobre el patrimonio aquitano existente en torno a 1850, cuarenta años antes de los primeros testimonios fotográficos.
Inició sus estudios en el colegio real of Nancy donde fue enviado por su tío abuelo y padrino, un abogado en París, François-Joseph Colin.
Al regresar a Burdeos, a la edad de 18 años, su madre lo orientó hacia el comercio, pero él prefirió dejar este trabajo para seguir las lecciones del pintor bordelés Jean-Paul Alaux.
Solo tuvo un hijo: Léon Drouyn (1839-1918) que se casó con Reine Godard y de cuyo matrimonio nacieron dos hijos, Léo (1872-1940) y Germaine (1890-1981) casada con Jean Cotton de Bennetot.
Fue sobre la iglesia de Loupiac, cuyos emblemas le intrigaron, que hizo su primera investigación arqueológica.
Después de su encuentro con el erudito bordelés Charles des Moulins, ingresó en 1844 en la Sociedad Arqueológica Francesa fundada en 1834 por el erudito normando Arcisse de Caumont.
Colaboró en el Boletín Monumental editado por Arcisse de Caumont.
Pintor, dibujante, acuarelista, está vinculado a la escuela de Barbizon, corriente artística que redescubre a mediados del XIX XIX.
Cincuenta años antes que el fotógrafo Félix Arnaudin, muestra también una verdadera sensibilidad etnográfica, con especial atención al pequeño patrimonio, las antiguas haciendas, la adobe y la arquitectura con entramado de madera.
Expone dos cuadros: Bords du Ciron (Landes) y Cestas en 1851.
En 1857 expuso otro cuadro: Lisière de Forêt à Saint Symphorien.
Se coloca un busto junto a la catedral de Saint-André en Burdeos.