Se ocupó también de organizar congresos arqueológicos y congresos científicos que fueron todo un éxito para la época.
Con ello, Arcisse de Caumont desarrolló un movimiento intelectual que se propagó por toda Francia y que comportó la formación de numerosas sociedades intelectuales o literarias poseedoras de biblioteca, archivos y algunas incluso museo.
Los trabajos y estudios de Arcisse de Caumont permitieron asentar en Francia el renacimiento del arte gótico sobre bases intelectuales fiables.
Sus obras, muy buscadas, le concedieron el honor de entrar a formar parte de la sociedad científica Académie des inscriptions et belles-lettres.
Su obra magna, publicada entre el año 1830 y el 1841, fue Cours d'antiquités monumentales : histoire de l’art dans l’ouest de la France, depuis les temps les plus reculés jusqu’au XVIIe siècle (Curso de antigüedades monumentales: historia del arte en el oeste de Francia, desde los tiempos remotos hasta el siglo XVII) la cual contempla la arquitectura religiosa, civil y militar desde la época galorromana hasta la Edad Media.