El álbum se ha convertido con el tiempo en el álbum más vendido por una artista francesa, gracias sobre todo al primer sencillo del álbum: Désenchantée.
Esta canción, símbolo de la entera carrera de la cantante, es un himno generacional acompañado por un videoclip muy costoso en el que Mylène Farmer interpreta a un joven chico encarcelado en un campo de concentración.
Como el sencillo (que vendió 1 300 000 copias) el álbum también se convierte en un éxito: con 2 200 000 de copias vendidas, este álbum representa la consagración de Mylène Farmer como la reina indiscutible del pop francés.
Los sencillos siguientes (Regrets, Je T'aime Mélancolie y Beyond My Control) serán también grandes éxitos.
El videoclip de Beyond My Control será censurado por sus contenidos explícitos en 1992.