En 1912 realizó su doctorado en Medicina bajo la dirección de Max Scheller ("Zur psychologischen Phánomenologie von Liebe und Mitfühlen") y posteriormente se especializó en psiquiatría.
En 1931 llegó a ser Director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas en Münich, fundado por Emil Kraepelin.
Disgustado por la oleada eugenésica liderada por el Partido Nazi, Schneider renunció al instituto y sirvió como médico militar en la Segunda Guerra Mundial.
Terminada la guerra, los académicos antinazis fueron llamados a prestar servicios y reconstruir las instituciones médicas en la Alemania de la postguerra.
Tal como Karl Jaspers, consideró que los diagnósticos debían basarse en la forma y no en el contenido de los síntomas o signos.