[1] Se trata de un oso negro y su nombre es un juego de palabras entre la región y el término «oso» en japonés (クマ, kuma).
[2] Para darlo a conocer, el gobierno local llevaba al personaje a distintos puntos del país, como Osaka y Tokio, sin presentarlo en sociedad para que la gente se preguntase quién era.
Las andanzas de Kumamon, narradas en sus perfiles en las redes sociales, se convirtieron en un fenómeno viral.
[5] Las empresas deben rellenar una solicitud para obtener el permiso, y si el producto tiene una mínima relación con la región se les concederá de forma automática.
[5] Esto ha hecho que su fama haya trascendido más allá de Japón.