Se encuentra en una colina situada junto a la bahía de Naúsa.
No obstante, previamente ya se habían realizado investigaciones arqueológicas en la bahía de Naúsa.
En esa época, posiblemente un grupo de fugitivos micénicos procedentes del continente se instaló en un edificio de carácter palaciego, que fue construido en la acrópolis, y fortificó el lugar hasta que fue destruido alrededor del 1150 a. C. El lugar continuó habitado posteriormente, pues se han hallado algunos vestigios del periodo submicénico y restos de asentamientos de los periodos protogeométrico —que indican relaciones del sitio con Atenas— y geométrico.
Después, un terremoto provocó otra destrucción a fines del siglo VIII a. C., pero se creó otro asentamiento con las características de una pequeña ciudad, que contaba con un templo de Atenea.
Sin embargo, tuvo poca duración, ya que fue abandonado a mediados del siglo VII a. C., aunque el templo de Atenea continuó en uso hasta el siglo III a. C. El yacimiento presenta restos de los periodos Neolítico tardío, cicládico temprano, micénico tardío, Protogeométrico, Geométrico y Arcaico.