Vivieron juntos felizmente en la ciudad de Kaveripattinam, hasta Kovalan conoció a la cortesana que se llama Madhavi y se enamoró de ella.
En su encaprichamiento, dejó a Kannagi y gradualmente gastó toda su riqueza en la bailarina.
Con éstas como su capital fueron a la gran ciudad de Madurai, donde Kovalan esperaba recuperar sus fortunas gracias al comercio.
La ciudad de Madurai era gobernada por Neduncheziyan, rey del Pandya.
Debido a su extrema pureza, su maldición se hizo realidad.