El lugar también se conoce con un nombre similar en otros idiomas de importancia local (en rusino: Королево; en ruso: Королёво, romanizado: Koroliovo; en eslovaco: Kráľovec nad Tisou).
En otros idiomas el nombre es distinto (en húngaro: Királyháza; en rumano: Craia; en alemán: Königsfeld an der Theiß).
En 1355, el asentamiento recibió privilegios reales y sirvió durante mucho tiempo como lugar de vacaciones para las reinas húngaras.
Los antiguos pobladores sajones del pueblo se fueron en el siglo XVI y posteriormente llegaron los habitantes rutenos.
Korolevo es la parada final del tren transfronterizo Oradea-Satu Mare-Korolevo y parte de la línea Bátiovo-Solótvino.