Kongō Gumi

es una empresa de construcción japonesa especializada en la construcción y mantenimiento de templos budistas, siendo la empresa independiente activa más antigua del mundo, operando durante 1428 años,[1]​ hasta que fue adquirida y convertida en una subsidiaria de Takamatsu en 2006.

[2]​[3]​[4]​ Tenía su sede central en Osaka, y era una empresa familiar de construcciones.

Había sido fundada en el año 578[5]​ cuando el príncipe Shōtoku trajo a varios miembros de la familia Kongō desde Baekje (Corea) a Japón con el propósito de construir el templo budista Shitennō-ji,[1]​ templo que ha perdurado hasta nuestros días.

Al igual que sucede en muchas familias japonesas distinguidas, a menudo los yernos se unieron al clan tomando el nombre Kongō.

La compañía, sin embargo, sufrió una crisis económica que en enero de 2006 le llevó a la liquidación, liquidación que finalizó cuando sus activos fueron adquiridos por Takamatsu Corporation.