La bailarina de Izu (película de 1933)

Este perdió la herencia de su familia, una mina de oro, debido a su descuido, que tuvo que vender por un bajo precio a su nuevo propietario Zenbei.

Sin que Kaoru y su hermano lo sepan, Zenbei abrió en secreto una cuenta bancaria a su nombre y espera casarla con su hijo Ryūichi algún día.

Mizuhara y Kaoru se separan entre lágrimas cuando él regresa a Tokio y, antes de subir al barco que lo llevará a casa, él le aconseja que busque la felicidad en una vida estable como esposa de Ryūichi.

[3]​ Gosho y su guionista Fushimi agregaron una subtrama y oscurecieron las diferencias de clase entre los personajes, apuntando en cambio a una representación nostálgica del país «no contaminado por la modernización» (Mitsuyo Wada-Marciano).

[3]​ Aprovechando el éxito de Mi esposa y la del vecino (マダムと女房, Madamu to nyōbō?)

La bailarina de Izu (1933) de Gosho Heinosuke
Kinuyo Tanaka y Tokuji Kobayashi en una escena de la película