Los kobzarí acompañaban sus cantos con un instrumento musical que solía ser una kobza, bandura o lira.
El repertorio principal consistía en salmos religiosos y cánticos, pero también incluían unos poemas épicos únicos conocidos como Duma.
En Ucrania los kobzarí se organizaban en gremios o hermandades regionales, conocidas como Kobzarsky Tsej.
En la década de 1930, las autoridades soviéticas tomaron medidas para restringir al máximo la cultura ucraniana.
Así en 1937, fue ejecutado el kobzar Iván Kuchuhura-Kucherenko, sentenciado a fusilamiento por una troika del NKVD.