Tenía cuatro años cuando su padre fue exiliado por el gobierno belga a Moba, en el Congo y tras la muerte de su padre regresó a Ruanda en 1944.En su adolescencia se bautizó en el catolicismo y eligió el nombre de Jean-Baptiste.Tras terminar sus estudios trabajó en el gobierno local de Ruanda hasta 1959.El gobierno lo deportó a Tanzania el 2 de octubre de 1961 y después vivió en Uganda y Kenia.[4] Durante su exilio en Estados Unidos nunca renunció a sus derechos dinásticos y era considerado de iure Rey de Ruanda, dirigiendo una fundación que proveía ayuda humanitaria al pueblo de Ruanda.