Aun así, eran diferentes de los esclavos clásicos porque el término no necesariamente implica propiedad.En respuesta a la prohibición de que las mujeres bailaran en público, varones travestidos ocuparon su lugar.Los khawal era bailarines travestidos afeminados en el Egipto otomano que emulaban a las bailarinas ghawazi danzando con castañuelas, sus manos pintadas con henna, el cabello largo en trenzas, afeitados, llevando maquillaje, y adoptando los modales femeninos.[4][5] Ellos también actuaban para visitantes extranjeros en el siglo XIX a veces causando confusión entre los espectadores.[7] En la jerga egipcia moderna, el término es despectivo y se refiere a un hombre gay pasivo.