Kevin va por una solución única para pagar sus deudas de juego.
Antes de embarcarse en su plan, le pregunta a Oscar si otras ideas son legales, y Oscar se exaspera después de decirle a Kevin que todas esas ideas son completamente ilegales.
Su préstamo es denegado cuando el agente se da cuenta de su plan.
Ellos son interrumpidos por el primer agente de crédito, causando que el plan fracase.
Al final, Kevin es visto vendiendo helados a diez dólares el cono desde su carro fuera de Dunder Mifflin.