Tras no lograr obtener el apoyo del ministro de la guerra, general Korechika Anami,[3] Hatanaka organizó junto a otros oficiales la ocupación del Palacio imperial y del Ministerio de la Casa Imperial.
Sin embargo, Mori no se sumó a la sublevación y un frustrado Hatanaka le disparó, matándole en el acto.
[4][2] Entonces, Hatanaka y sus hombres estuvieron buscando durante horas la grabación que había sido hecha del discurso del Emperador en el que se anunciaba la rendición de Japón, y que había sido realizada para su difusión pública.
Al no encontrar las cintas, decidió ocupar el edificio de la NHK para intentar evitar que el discurso fuera reproducido.
[5] Tras el fracaso del golpe, Hatanaka se trasladó a la plaza que había frente al Palacio Imperial.