Vaso canopo[1] o vaso canope[2] es el recipiente empleado en el Antiguo Egipto donde se depositaban las vísceras de los difuntos, lavadas y embalsamadas, para mantener a salvo la imagen unitaria del cuerpo.
Estos vasos se introducían en una caja de madera, o caja canópica, que, durante el cortejo fúnebre, era transportada en un trineo.
En la ciudad de Canopus, cercana a Alejandría, el dios Osiris fue representado con forma de una vasija con cabeza antropomórfica.
Al principio, desde su aparición durante la VI Dinastía, se cerraban con una losa plana pero a principios del Imperio Nuevo el tapón adquirió la forma de la cabeza del difunto y ya desde finales, en época ramésida, la de la cabeza de cada uno de los genios que protegían el funcionamiento del órgano en el cuerpo vivo.
Las divinidades representadas eran: Cada vaso estaba protegido en la tumba por una diosa titular —Isis, Neftis, Selkis y Neit, respectivamente— y debía estar orientado de manera ritual hacia uno de los puntos cardinales: el hígado al Sur, los pulmones al norte, los intestinos al oeste y el estómago al Este.