Kawasaki P-1

El P-1 entró en servicio con la Fuerza Marítima de Autodefensa para reemplazar a sus aviones Lockheed P-3C Orion.Sin embargo el avión quedó desactualizado y dada la importancia de la misión antisubmarina y de patrulla marítima Japón decidió buscar un sustituto adaptado a sus necesidades específicas.Así, la mayor parte de los componentes son compartidos tanto en el C-X como en el P-X.Estas características le permiten patrullar los extensos mares que rodean Japón.[5]​ Los intentos de venderlo en el extranjero se han encontrado con problemas debido a las fuertes restricciones que imperaban para que Japón pueda exportar armamento a terceros países, aunque en 2014 estos se relajaron un poco.Para Nueva Zelanda pesó el que Australia ya hubiera elegido el P-8, dado el estrecho lazo en materia de defensa.Tailandia y Vietnam han expresado interés, sin llegar más allá.En su momento se declaró la intención de operar entre 60 y 70 aviones P-1, previendo actualizar rutinariamente los sensores cada diez años.Está propulsado por 4 turbofans, buscando la redundancia en caso de avería aunque suponga en teoría penalizar consumo o aerodinámica.Por supuesto también puede llevar torpedos antisubmarinos, minas y cargas de profundidad.Se instaló también un detector de anomalías magnéticas ASQ-508(V) que va en un aguijón en la cola y que hace posible detectar las firmas magnéticas del casco de un submarino cuando el P-1 vuela a baja altitud.Las sonoboyas son el método principal para detectar submarinos en inmersión y el P-1 puede llevar 37 en lanzador, además de hasta 70 más almacenados.
Sobre el monte Fuji