Tras estudiar Medicina en Viena, se trasladó a París en 1844.
Sus conciertos en diversas ciudades austriacas, rusas y rumanas, le valieron el reconocimiento como pianista consagrado.
En 1888 abandonó la dirección de la Sociedad Musical para dedicarse a gestionar su propia escuela de música.
Entre sus discípulos más famosos se cuentan Moriz Rosenthal y Raoul Koczalski.
«El deslumbrante encanto, la poesía, la originalidad, la libertad plena y la claridad absoluta de la ejecución de Chopin no pueden describirse con palabras.