Karen Lancaume

Tras entrar en la industria pornográfica, rodó un total de 93 películas (según IAFD), entre cintas originales y compilaciones, hasta el año 2000 en el que se retiró.

Para poder costearse los estudios, trabajó los fines de semana en una discoteca, lugar donde conoce al que fue su marido, Franck, el disc-jockey.

Sus apariciones se alternan entre ambos continentes, bien sea en las filas de importantes firmas como Elegant Angel, Wicked o Sin City; o bien sea a las órdenes de consagrados directores como Marc Dorcel, Mario Salieri, Andrew Blake, Alain Payet, Max Bellochio, Luca Damiano, etc.

[3]​ Al año siguiente, ya fuera de la industria para adultos, es contactada en el Festival de Cannes por Virginie Despentes, que buscaba actrices que realizasen sexo explícito para su primer film Baise-moi ("Fóllame", Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi, 2000).

Con el escándalo llegó la notoriedad, y Karen decidió aprovechar el tirón para continuar su carrera en el cine convencional como Karen Bach, confirmando su definitivo abandóno de la industria X, no sin antes renegar de ella.