La ciudad se ha desarrollado en torno al lugar en el que el río sale por un valle estrecho.
En la ciudad se unen también los ríos Nevljica y Kamniška Bistrica.
Como centro de comercio medieval, comenzó a declinar en el siglo XVII.
Durante la etapa en que perteneció a las Provincias de Iliria revivió la artesanía (fundiciones, curtiduría, peletería, alfarería, canteras, arquitectura), y en la segunda mitad del siglo XIX comenzó a desarrollarse la industria.
Los principales monumentos de la ciudad son el "Castillo pequeňo" y el "Castillo viejo"; la biblioteca del monasterio franciscano también tiene importante valor cultural (alrededor de 10.000 volúmenes).
Los profesionales que han sometido a análisis físico y químico las aguas termales constataron que se trata de un agua potable de alta calidad.
Entre los monumentos naturales hay que destacar desfiladero del Predoselj Grande y el Pequeño con la profundidad de 20 pies.
A pesar de que el entorno del río Kamniška Bistrica estuvo muy desarrollado, con artesanía (herreros, clavetería, curtiduría, molinos y sierras), hoy solo funciona el Molino del Rey en Radomlje y tres pequeñas centrales hidroeléctricas.