El grupo se reunió en el año 2003 por un breve período, tras 11 años de separación, retornando una vez más en el 2010 y continuando hasta la actualidad.
Durante 1986 desplegaron bastante actividad, pero sin lugar a dudas, 1987 fue el año consagratorio para el grupo, un año en que comenzarían a cosechar los frutos de su empeño y devoción, obteniendo un lugar destacado dentro del espectro del heavy metal local.
Para ese entonces Gustavo Perugino ya se había alejado de la banda, y el encargado de suplantarlo fue Roberto "California" Cosseddu —ex Punto Rojo y Magnum 44— cambio que favoreció a Kamikaze ya que fue elegido mejor bajista ese año.
A los pocos meses se editó el álbum debut, No me detendrán, cuyos temas pronto se convirtieron en verdaderos clásicos del Metal argentino, con temas como "No me detendrán", "A fuego y metal", "Sacerdote equivocado", "Mira hacia lo alto" o "En el final", entre otros.
Víctima del rock(1989) En 1989 se incorporó otro guitarrista a la banda, el virtuoso Daniel Telis —ex Mordaz y El Reloj—.
Martín Knye —ex LZ2— ocupó su lugar, pero esto retrasó la edición del material hasta fines de año.
Cuestiones al margen, el material era de calidad, aunque se apreciaba que la banda había virado hacia un estilo más comercial y cercano al pop metal razón por la cual Miguel Oropeza se aleja de la banda, ya que este último apostaba a mantener el sonido heavy metal clásico.
Nosotros queríamos llenar River inmediatamente, y visto a la distancia, era un poco menos la cantidad de gente que nos veía en comparación con otras bandas.
En septiembre participaron de una nueva edición del festival Halley en Obras, ante 4.000 almas que se dieron cita para ver además a Rata Blanca, Alakrán, JAF, Lethal y Alvacast.
Lo presentaron en un teatro a sala llena, pero pronto la banda perdió su poder de convocatoria, justo cuando pasaba por su mejor momento musical.