Hasta ahora, solamente veinticinco de sus libros y manuscritos se han publicado.
En pocas palabras, Kamal Jumblatt, nace muy rico en fortunas y propiedades, pero al ir madurando en su corazón su sentimiento humanitario, al ir viendo con sus ojos el sufrimiento del pueblo, en su mayoría gente humilde y desamparada, sin que el gobierno los considera, haciendo caso omiso de tal realidad, por lo que Kamal Jumblatt sintió ese problema ajeno como propio, ya que sentía que era parte de ese pueblo, es así que al dedicarse a la política y luego fundar organizar su poderoso Partido Progresisa Socialisa, comenzó a ayudar a aquella comunidad humilde, con campañas sociales y educativas, incluso, repartió parte de sus tierras familiares a los trabajadores de la misma, como simple obsequio de humildad, incluso existían aldeas y pueblos enteros en esas tierras, y Kamal Jumblatt se las donó a sus pobladores, tal es el caso del pueblo de Siblin y varias otras cerca y o en los alrededores de Saida, al sur del Líbano.
Ya para entonces Kamal Jumblatt no quiso permanecer callado ante tanta injusticia, y es cuando ese mismo año, a la edad de 25 años, se lanza de candidato para las elecciones parlamentarias y sale electo como diputado por Monte Líbano, cargo que ostentó sucesivamente por reelección hasta 1957, siendo diputado nacional por 14 años, es así como ocupó una silla en el Parlamento que se conoció popularmente como la Banca de Jumblatt.
La primera ocurrió el 25 de mayo de 1947, cuando es reelecto fraudulentamente el presidente Bechara El Khoury, por tal razón Kamal Joumblatt renunció a los cargos en el gobierno, y desde ese momento se opone al Presidente hasta provocar su caída en 1952 y terminar así con once (11) años en el poder, movimiento que se conoció en la historia como “Revolución Blanca”.
Las causas que conllevaron esta revolución fueron varios, pero principalmente cuando el presidente Camile Chamoun, un cristiano maronita nacido en el Shouf druso, comenzó a desviar sus lineamientos políticos árabes y nacionalistas, para por un lado apoyar al movimiento retrogrado y sionista que buscaba sumergir a la región bajo el poder de las potencias triunfantes de la Segunda Guerra Mundial.
Estos militares, pronto entraron en contacto con partidos de izquierda y con otros grupos contrarios al régimen.
Más tarde negoció un tratado con Gran Bretaña que puso fin a los 72 años de control británico sobre Egipto.
El presidente Chamoun ante esta situación envía a detener los conflictos, y se mantiene neutral, se contenta con presentar sus mejores votos de advenimiento al coronel Nasser, mientras saluda paralelamente la formación de la Federación iraki-jordana.
Acababa de redactar un virulento artículo contra Camilla Chamoun al que le exige la retirada.
Lo repentino del golpe ha sorprendido y desorientado a los gubernamentales, que les llevó tiempo en concebir una táctica coherente, en tanto que los combates se prolongan y se propagan de sector en sector.
Chamoun, además de traicionar al nacionalismo árabe tras apoyar a estos pactos, también pretendió mantenerse en el poder a la fuerza, una vez finalizado su mandato, ya que la Constitución del Líbano impedía la reelección, incluso fue en contra del Parlamento, que no deseaba reelegirlo.
La región de Tiro, y sobre todo Saida, con sus montañas próximas, a la cabeza del cual se encuentra el metuali Ahmed Assad.
Pero no logra reunir al Parlamento, ya que los opositores rehúsan presentarse y comienzan las deserciones entre los ministros de Chamoun.
De esta forma es la primera vez que la Liga interviene en el asunto entre dos estados árabes.
Sin tomarse el tiempo para consultar al Parlamento, y con el consentimiento solo del gobierno, Camilla Chamoun ha telegrafiado a Washington “desembarcad con toda urgencia vuestras fuerzas en el Líbano”.
Incluso el mismo general Fouad Chehab, comandante del ejército libanés, no se le había informado, por lo que envió tanques y tropas para enfrentar a los norteamericanos, pero ya era tarde, los famosos Marines ya habían desembarcado e instalado en Beirut y sus alrededores con sus 10 000 hombres fuertemente armados.
Los Mariners le dieron un respiro a Chamoun, pero no por mucho tiempo, ya que una vez retirados estos del suelo libanés, fue derrocado, al ser nombrado días antes por el Parlamento al general Fouad Chahab como Presidente del Líbano, quien asume el poder el 24 de septiembre de 1958. y fue el nuevo presidente quien exigió a los Estados Unidos el retiro de las tropas norteamericanas del país.
Termina así la Revolución Árabe, a pesar de ello, se conforman dos grandes frentes: el Nacionalista auspiciado por Kamal Jumblatt, Rachid Karami, Saeb Salem, Raymound Eddi y otras personalidades políticas.
El presidente Fouad Chehab (1958-1964), pudo así efectuar un gobierno amplio y democrático, libre y de tinte árabe nacionalista, logrando igualar las diferencias entre los diferentes sectores sociopolíticos del país, por ello es que Jumblatt no solo apoyó a la candidatura del general para ser elegido presidente, sino que apoyó a su gobierno.
.- El Líbano siguió en el sendero árabe, al igual que la mayoría de sus vecinos (Sirias, Egipto, Jordania e Irak) .- El país siguió en el camino democrático al ser electo el general Fouad Chehab como presidente.
Estos hechos tuvo repercusiones en la guerra civil entre drusos y cristianos provocadas durante los años de 1860 al 1861.
.- En contraposición, el nasserismo no logró reunir a los países árabes en una sola Gran Nación, sobre todo debido al apoyo irrestricto que Gamal Abdel Nasser recibió de la Unión Soviética, por lo que muchos países no quisieron caer bajo la órbita rusa, igualmente, con el tiempo la RAU se debilitó y Siria se separó de dicha Unión.
El General Fouad Chehab fue un presidente muy amplio, democrático y nacionalista, que tomó en consideración a todas las comunidades religiosas del país y a todas las regiones del Líbano, culminando su período en el año 1964 cuando fue elegido Charles Helou, en cuyo gobierno Kamal Joumblatt fue Ministro de Relaciuones Interiores.
Sin hablar el impulso que le dio a todas las escuelas primarias de la nación, propinándoles un duro golpe a los sectores feudales y aristocráticos del Líbano, quienes deseaban ser ellos los únicos beneficiados para continuar así en el poder en sus manos, sobre un pueblo humilde, inculco e ignorante.