[2] A pesar de no contar con la copia original, a partir de las distintas copias de épocas más tardías y su comparación entre ellas, se puede llegar a la conclusión de los distintos temas que se tocaban en el manuscrito de John Somer, el cual consta de diferentes secciones: La información sobre uso exacto que se le dio a este libro no ha llegado hasta nuestros días, pero existe una teoría mayoritaria sobre su uso en la medicina, debido a la información sobre esta que se incluye, por ejemplo, en el “Hombre del zodiaco” (“Homo Signorum”) conectado a la figura del “Hombre venoso” (“Homo Venarum”), se pensaba que cada signo dominaba en una parte del cuerpo, y normalmente era acompañado por textos astrológicos y sobre medicina, uniendo ambas cosas.
Se creía que la salud podía mantenerse o volverse a establecer con una regulación del aire, dieta, sueño, ejercicio, evacuación y emociones.
Más a la izquierda de esta columna se encuentra la indicación del número áureo, para el cual hay que crear ciertos cálculos, los cuales servían para identificar en qué día concreto iba a ser la Pascua de ese año.
Por ejemplo en el calendario del mes de abril, los signos zodiacales que influyen son Aries y Tauro.
La sexta y séptima columna data la ascensión recta, es decir, las coordenadas astronómicas para localizar los astros por encima de la esfera terrestre.
Otras columnas del mismo calendario, se adentran en la teoría astrológica bajomedieval, en la gran mayoría de casos, influenciada por los pensadores musulmanes, especialmente Al Qa-bisi.
Esto se debe a que esta sección contiene los facies (face), un segmento de diez grados, basado en el decano de la astronomía egipcia, los cuales relacionan 36 estrellas, o pequeñas constelaciones, a cada hora nocturna.
Las siguientes tres columnas, se basan en especificaciones de los signos del zodiaco: estos cuentan con energía femenina o masculina, se observa que los grados correspondientes a esta parte del calendario son todos masculinos.
Para exponer y comprender mejor la composición del calendario cabe mencionar una de las tablas que se encuentra tanto en este como en el manuscrito de Nicholas Lynn, el cual mencionaremos más adelante.
En un principio la luna pasó desapercibida, ya que no se la consideraba tan importante como el resto de los planetas (Sol, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno), pero finalmente centró su atención en ella por diversas razones que explicaremos a continuación.
Chaucer menciona que el principal uso de su habilidad en este campo consistía en preparar talismanes o imágenes astrológicamente potentes para sus pacientes.
Por ello ahora se entiende la difusión de términos como melothesia planetaria y decanato, circulaban en Inglaterra a finales del siglo XIV.
Estos manuscritos siguieron manteniendo los datos astrológicos calculados por John Somer, aunque en ocasiones se ampliaba su vida útil añadiendo referencias para uno o dos ciclos de diecinueve años más.
Otros cambios remarcables en este manuscrito son la representación del signo zodiacal Escorpio, el cual no solía representarse con la forma anatómica del animal, lo que en este manuscrito se hace por primera vez.
En esta copia también se representa al “Homo Venorum”, el cual sigue el modelo de Nicholas Lynn, junto al “Homo Signorum”, se encuentran en folios separados por lo que favorecía la visión del médico de ambas ilustraciones a la vez.
Por otro lado, ya no están rodeados de circunferencias como se observa en otros manuscritos, ahora el “Homo Venorum” es delimitado por textos escritos en los colores negro y rojo, los cuales le aportan coherencia e información a la ilustración con información sobre las venas que recorren el cuerpo.
Se observa cierta verosimilitud en la representación de los signos tanto con forma humana como animal por parte del autor.
Este tipo de iconografía se acabará popularizando a partir del siglo XIV.