Sin embargo, para la inauguración fue Carlos Aloé quien estaba a cargo de la Provincia.
Diseñado por el ingeniero civil Julio Barros, también autor del Hotel Hermitage en la costa de Mar del Plata, el edificio guarda un parecido sorprendente no solo con el Hermitage sino también con el famoso Hotel Provincial de Mar del Plata, diseñado por el arquitecto Alejandro Bustillo en 1938.
Fue construido especialmente para alojamiento de diputados y senadores que llegaban a la cercana Legislatura desde otros municipios bonaerenses.
El hotel funcionó unos años, pero otra vez se resolvió el cierre de sus puertas.
Como resultado de esa traba la compañía vendió la propiedad a una entidad bancaria porteña que lo transfirió luego al Estado nacional por $32.052.080.410.