Justino de Neve

[1]​ Se ordenó sacerdote a los veintiún años y fue nombrado canónigo a los treinta y tres.

Ambos fueron expoliados por el Mariscal Soult, admirador de la obra de Murillo, durante la guerra de la independencia, aunque se pudieron recuperar y actualmente se encuentran en el Museo del Prado.

[2]​ También es obra de Murillo un retrato del propio Justino de Neve, obsequiado a éste por el pintor.

Algunas obras fueron adquiridas por Gaspar Murillo, hijo del pintor y también canónigo de la catedral de Sevilla, pero la mayor parte de los lienzos fueron comprados por un comerciante flamenco afincado en Sevilla llamado Nicolás Omazur.

Su domicilio se encontraba muy próximo al Hospital de los Venerables cuyas obras supervisaba y a la iglesia de Santa María la Blanca.