[cita requerida] De carácter marcadamente nacionalista, concretó esta ideología en el denominado nacionalsindicalismo.
Si el nazismo ensalzó la sangre aria, el nacionalsindicalismo sustituyó este concepto por el catolicismo.
Fueron las pioneras en adoptar el símbolo de las cinco flechas entrecruzadas en un yugo o junta, así como el lema «¡España una, grande y libre!» y «¡Arriba los valores hispánicos!», grito precursor del posterior «¡Arriba España!» falangista.
Ledesma escribió una guía programática para ejercer esa violencia de forma sistemática.
Desarrollada en seis puntos, la convertía en eje estratégico para alcanzar los fines políticos.