Tras cursar sus estudios en el colegio Nuestra Señora de las Nieves, en 1949 forma parte del grupo poético Alcaraván, del que está considerado como el más valioso exponente.
Fue colaborador o fundador de las revistas, Alcaraván, Platero, Arquero de Poesía, Alcántara, Ágora, La isla de los ratones, Caracola, Cal, Caleta, Capitel, Alor, Ixbilian, El gorrión, Torre Tavira, Alfox, El Cobaya, Rocamador, Anaconda, Bahía, Floresta de varia poesía La Venencia, Liza, Arcilla y Pájaro, Litoral, Güadalquivir, Álamo, Aljibe, Pliego, Pleamar, Madrigal, Llanura, Cumbres, Atzavara, La luna negra, Última poesía religiosa, Punta Europa, Estafeta literaria y varias hispano-americanas.
En 1953 ve la luz su primer libro Corral de muertos.
Julio consagró su vida a la enseñanza, la poesía y el flamenco.
Poeta triste y melancólico, sus méritos intelectuales y humanos no le fueron reconocidos durante su existencia, sufriendo la marginación de la sociedad de la época.