Julia Navarrete Guerrero

Poco después de eso, se convirtió en monja y se dedicó a fundar escuelas y misiones tanto en México como en los Estados Unidos, donde comenzó en Texas.

Desde su niñez mantuvo una profunda devoción a la Virgen María y al Sagrado Corazón de Jesús que fue promoviendo a lo largo de su vida.

Su hermano Juan María se convirtió en arzobispo de Hermosillo y su beatificación está en curso mientras que su hermano Francisco se convirtió en sacerdote.

Fue educada en casa antes de ingresar a los doce años a una escuela para niñas en su ciudad natal, donde se hizo muy querida según sus compañeros y maestros.

[2]​ Fue en la capital donde conoció al sacerdote jesuita Alberto Cuscó, quien la animó a permanecer en la capital ya que él la ayudaría a alcanzar su visión de promover una educación cristiana a los demás y convertirse ella misma en profesa religiosa, y así, comenzó su formación el 5 de octubre de 1898 y ya en diciembre se le otorgó el hábito por primera vez.

Más adelante, Sor Julia Navarrete y Guerrero junto con otras 12 religiosas más se marcharon a Aguascalientes donde se habló con el obispo y este monseñor tan devoto de la virgen autorizó la fundación de las Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María, A sor Navarrete le gustó la perspectiva en su adolescencia de brindar una educación bíblica a todas las personas para acercarlas a Cristo.

Fue en la zona rural de Kingsville en 1916 que fundó un convento para sus monjas.