[1] Allí fue durante dos décadas cura párroco y fiscal diocesano.
Durante su gestión se fundó la Acción Católica y se realizaron los primeros congresos de jóvenes y el primer Congreso Eucarístico Diocesano.
Por razones de salud no pudo participar del Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires en 1934, y por las mismas razones renunció a su obispado.
[3] Tras ser reemplazado en el cargo, la Diócesis de Paraná fue elevada a la dignidad de Arquidiócesis, cargo para el cual fue nombrado monseñor Zenobio Lorenzo Guilland.
Vivió aún treinta y dos años más en Paraná,[4] ejerciendo como conservador del Museo Histórico de la Iglesia desde su fundación en 1949.