Tras ser derrocado el presidente Ramsewak Shankar en 1990. asume por 24 horas el poder el comandante del ejército Ivan Graanoogst.
Al comienzo del nuevo gobierno de Wijdenbosch fue totalmente excluido el ex golpista y jefe militar Dési Bouterse, quien había comandado Surinam durante 11 años.
En respuesta, el entonces presidente Wijdenbosch designó al exdictador como consejero de Estado, lo que le valió la inmunidad diplomática.
Wijdenbosch se vio forzado a pactar con grupos minoritatios del parlamento para consolidar el respaldo de la Asamblea Nacional.
El malestar social y una crisis económica sin precedentes se intensificaron en los primeros meses de 1999.
Este puente estuvo 4 años en construcción, con la ayuda de los Estados Unidos y el gobierno surinamés.
Este puente lleva más de 100.000 personas por mes comunicando a las 2 grandes ciudades.