Específicamente en el caso de la Justicia Federal, le corresponde juzgar acciones en las que la Unión, sus autarquías y empresas públicas federales estén de alguna forma involucradas.
Además, el magistrado también juzga otros asuntos, como los que implican a estados extranjeros, litigios sobre derechos indígenas, casos relativos a la nacionalidad y la naturalización y la ejecución de sentencias extranjeras.
En materia penal, el juez juzga, entre otros, los delitos políticos y las infracciones penales cometidas en perjuicio de los bienes, servicios o intereses de la Unión o de sus entidades autónomas o empresas públicas, los delitos contra la organización del trabajo y, por regla general, los delitos cometidos a bordo de buques o aeronaves.
Los jueces federales acceden a la carrera mediante concurso público.
El concurso consiste en una prueba objetiva, pruebas discursivas sobre sentencias civiles y penales, una prueba oral, una evaluación de la vida anterior, exámenes médicos y una evaluación de las calificaciones.