Juegos de niños (novela)

La novela recibió críticas positivas, incluyendo la de The New York Times que declaró a Perrota «un Chéjov estadounidense cuyos personajes, incluso en sus momentos más ridículos, parecen estar ennoblecidos por un aura humana luminosa».Sarah, quien solía considerarse a sí misma como una feminista radical, se cuestiona cómo llegó a convertirse en un ama de casa en un parque donde se reúne con otras tres madres sentenciosas para que sus hijos jueguen.Sarah se le acerca, habla con él contándole sobre la apuesta y descubre que hay cierta química entre ellos.Larry es un policía que se pensionó después de dispararle a un estudiante afroamericano en un centro comercial.Larry aparece sorpresivamente, listo para matarlo, pero se contiene en el último segundo y ofrece sus condolencias por la muerte de May.