Jubilación es el acto administrativo por el que un trabajador en activo, por cuenta propia o ajena, solicita pasar a una situación pasiva o de inactividad laboral tras haber alcanzado la edad legal para ello.
Para compensar la pérdida de ingresos que se deriva del cese laboral, al beneficiario de la jubilación se le reconoce una prestación económica que suele consistir en una renta mensual.
En esta modalidad, los períodos de adelanto, así como los requisitos a cumplir, están bien establecidos en la ley.
[1] La jubilación anticipada implica siempre un recorte en la cuantía de la pensión pública a recibir.
Se denomina pensión de jubilación al pago que, desde los sistemas públicos de previsión nacionales o desde entidades privadas, reciben periódicamente para su sustento las personas jubiladas.
El importe que reciben los jubilados como pensión pública depende de varios factores, siendo el principal las cotizaciones que a través de su vida como trabajador en activo haya aportado a la seguridad social.
En otros países, como Francia, Portugal, Alemania o Reino Unido son, respectivamente, del 60%, 74,4%, 38,7% y 21,7%.
Proponía que "toda persona nativa del territorio de la provincia, que hubiere llegado a los 70 años o a cualquier edad en caso de invalidez absoluta e indigencia, tiene derecho a recibir del Estado una pensión mínima de 360 pesos al año, o su equivalente en asistencia directa o indirecta".
Si bien en pocos años la mayor parte de los cotizantes quedaron dentro del sistema de capitalización privada, el Estado (que ya no recibía las cotizaciones que eran previamente el financiamiento del sistema) debía continuar cumpliendo con sus obligaciones para con los jubilados ya existentes, carga que se conoció como costo de transición.
Eso alimentó el proceso recesivo, ya que el sector privado, cuando iba a buscar plata al sector financiero, se encontraba con tasas muy altas ya que a los bancos les convenía prestarle al Estado[11] Con la crisis económica de 2001, el sistema quedó totalmente desnaturalizado, con las AFJPs otorgando rentabilidades negativas pero sin dejar de cobrar sus comisiones, lo que generó la lógica reacción de la sociedad.
En los hechos el sistema se constituyó en una oportunidad masiva de acceso no contributivo, que expandió la cobertura previsional del país considerablemente entre 2003 y 2014.
[13] Esto último permitió que mucha gente (amas de casa, por ejemplo) accedan a una compensación económica y favoreció el consumo minorista.
El sistema de pensiones está basado en una definición legal que le confiere poder a instituciones privadas a administrar los fondos aportados por las personas empleadas y registradas ante el servicio competente.
Se cobran gastos de administración para que tu fondo inicial baje más rápido.
En ningún caso tienes acceso a retirar tus fondos, ni para emergencias.
Actualmente se gesta una renovación de la constitución que permitirá abrir las puertas hacia un sistema más justo.
[15] La jubilación en México es contractual, es decir, no está contemplada en la Ley sino en las convenciones individuales o colectivas como por ejemplo en los Pactos Colectivos - conocidos también cómo Contratos Colectivos de Trabajo - celebrados entre PEMEX y el Sindicato Petrolero; CFE y el Sindicato de Electricistas; IMSS y su Sindicato.