Fue fundador y presidente de honor del grupo bancario cooperativo Cajamar y presidente emérito de la Fundación Cajamar.
Finalizados sus estudios, se dedicó a la profesión de abogado.
En los años 60 promocionó entre los agricultores almerienses la necesidad de crear cooperativas agrícolas.
En un momento en que las entidades financieras no prestaban capital al sector agrícola almeriense, Juan del Águila dejó su profesión de abogado en un segundo plano y promovió, junto con Jesús Durbán Remón, la fundación de una cooperativa de crédito rural, que abrió su primera oficina en 1966.
Ese mismo año se constituyó, impulsada por él, la Fundación Cajamar, cuya presidencia ocupó.