Desde bastante joven se le conoce trabajando en Sevilla.Tuvo dos hijos también pintores: Pedro de Bonilla y Diego de Zamora y dos hijas que contrajeron matrimonio con los escultores Juan Giralte y Juan Bautista Vázquez el Viejo.[4] El profesor Valdivieso caracteriza a Zamora: «son característicos de su personalidad los rostros de suaves rasgos físicos que traducen una expresión abosrta y ensimismada.Un dibujo riguroso y no excesivamente experto, que otorga una notoria dureza de expresión a las figuras».[1] En cuanto a su obra escultórica poco se conoce salvo la talla de Ntra.
Pinturas atribuidas a Juan de Zamora, en la colegiata de Osuna.