Juan de Gotia

En 754 el imperador bizantino Constantino V Kopronymos, también llamado “Iconoclasta”, le hizo al obispo godo firmar las decisiones del Concilio iconoclasta de Hieria.

Juan emprendió un peregrinaje a Jerusalén y en tres años recorrió toda la Tierra Santa, después de la cual llegó a Georgia, que todavía no había sido afectada por la herejía iconoclasta, donde tuvo lugar su toma de posesión como obispo en 758, y regresó a Crimea.

En 780 visitó Constantinopla y habló con la emperatriz Irene que convocó el II Concilio de Nicea, en el cual se declaró herética la doctrina iconoclasta.

En 787 Juan encabezó una rebelión goda contra los invasores jázaros y perseguido por ellos tuvo que buscar refugio en Amastrida, donde permaneció cuatro años.

En efecto, al cabo de cuarenta días el santo falleció durante su discurso a la gente en 790.