Juan Rodríguez Espejo

es un español que se dedicó a la administración de los Cabildos de las ciudades que ya estaban fundadas cuando él llegó a Venezuela y se hizo inmensamente rico con su trabajo y sus negocios.

Después estuvo en Coro ejerciendo cargos de su oficio, y al poco tiempo se mudaba a Valencia (Venezuela) con el cargo de Juez y justicia mayor.

Al parecer, Rodríguez Espejo además de manejar la pluma también sabía empuñar las armas defensivas, porque sin dejar de atender sus cargos institucionales, cuando las situaciones los requerían, también sabía defenderse como militar.

Con los hacendados de Valencia, Alonso Díaz Moreno y Vicente Díaz Pereira, quienes eran parientes, Rodríguez Espejo armó un tercio defensivo y colaboró en varias acciones contra los temibles indios jirahajaras que solían atacar los hatos de ganado cercanos a Valencia.

A sus pocos años, Rodríguez Espejo se había convertido en un eficiente gerente de la administración del Cabildo caraqueño y en un personaje importante.