Allí inició sus estudios artísticos, sin tener edad para matricularse oficialmente, y conoció al escultor Mateo Inurria, gran amigo de la familia.
En 1943 realizaría a Jesús orando en el huerto para la hermandad homónima de Jerez.
Su nieto, Francisco Javier Latasa, utilizó parte del nombre del escultor y la grafía de su firma en la creación y denominación de la empresa VASS.
En 1972 ganó el primer premio en el Concurso de Proyectos para el monumento a Santa Teresa en Ávila aunque este monumento no se realizó hasta 1982, año en que fue inaugurado por Juan Pablo II en su visita a esta ciudad.
Escultor de fina expresividad, adecua su escultura, influida por un concepto clásico, al símbolo.
Unas veces, los grupos más o menos interpretados, pero siempre bajo formas identificables, adquieren con toda fuerza carácter de monumento en sí.