Juan José Falconier

Les va a faltar mi compañía y mis consejos, pero les dejo la mejor compañía y el más sabio consejero, a Dios; aférrense a Él, sientan que lo aman, hasta que les estalle el pecho de alegría, y amen limpiamente, es la única forma de vivir la "buena vida" y cada vez que luchen para no dejarse tentar, para no alejarse de Él, para no aflojar, yo estaré junto a ustedes, codo a codo, aferrando el amor.

Les dejo un apellido, FALCONIER, para que lo lleven con orgullo y lo dignifiquen, no con dinero, ni con bienes materiales, sino con cultura, con amor, con la belleza de las almas limpias, siendo cada vez más hombres y menos animal, y por sobre todo, enfrentando la vida con la Verdad, asumiendo responsabilidades aunque les cueste sufrir sinsabores, o la vida misma.

Un apellido, "FALCONIER" a DIOS (ante quien todo lo demás no importa) Papá.

[7]​ El vicecomodoro Rodolfo Manuel De La Colina, comandaba el 7 de junio de 1982 un vuelo de reconocimiento sobre la isla Soledad en un Learjet, cuando fue alcanzado por un Sea Dart misil superficie-aire, falleciendo todos los tripulantes —mayor Marcelo Pedro Lotufo, suboficial principal Francisco Tomas Luna, suboficial ayudante Guido Antonino Marizza y Falconier—.

Actualmente sus restos reposan en el Cementerio de Darwin.