Cuando su sobrino Bonifacio IV murió prematuramente al caerse del caballo, no tenía aun herederos que le sucediesen, por lo que Juan Jorge heredó el marquesado.
Juan Jorge fue coronado bajo el presagio de su inminente fin, ya que los médicos le habían advertido poco antes que una enfermedad digestiva estaba acabando con su vida.
Por lo tanto, nada más ser coronado nombró a su sobrina María heredera, que había sido repudiada por su esposo Federico Gonzaga.
También aspiraban a la sucesión el duque de Saboya y el marqués de Saluzzo, aunque era Federico II el que estaba mejor posicionado por su matrimonio con la heredera.
Pero Juan Jorge murió el día 30 de ese mismo mes, sin que hubiese podido dejar en estado a su esposa.