Juan II se convirtió en chambelán del rey y comandante en jefe de las flotas francesas.
Uno de los artistas que apoyó especialmente fue el pintor Ludovico Brea.
Sin embargo, sus cambios de humor disgustaban a mucha gente.
Recaudó la gabela sobre los barcos destinados al transporte de cereales y sal, lo que le llevó a comparecer ante la justicia ante el tribunal de Aix-en-Provence.
Al final salió victorioso de esta disputa pero se enfrentó a muchas otras durante su reinado.