La monumental fachada sigue los patrones del estilo Neorrománico, con profusión de arquerías, frisos esculpidos, canecillos y estatuas.
El paño central de la misma está centrado por un gran rosetón y rematado por un relieve representando al Pantocrátor.
En el interior, destaca un retablo (circa 1500) a la derecha del crucero, representando al patrón de la catedral, san Nicolás, varios santos, la Piedad y la Anunciación; es obra del pintor Ludovico Brea.
Al exterior, además de la fachada, predominan las líneas severas y elegantes propias del Neorrománico, destacando la cabecera, rematada por ábsides semicirculares, y las dos torres que flanquean el crucero.
En días festivos y durante los conciertos de música religiosa, se puede escuchar el magnífico órgano, inaugurado en 1976.