Según Latassa, nació en Zaragoza y pertenecía a la casa condal de Fuentes.
En 1653 fue del Consejo y contaduría mayor de cuentas.
Conocía bien el griego y otros idiomas vulgares.
Está escrito con un estilo hinchado y retórico, huero y afectado, intentando reflejar con el lenguaje la magnificencia de las hazañas que relata.
Desde luego, carece de la intención moral que se le supone a la emblemática y es obra de juventud del autor, quien cultiva el conceptismo e imita a Séneca y a Baltasar Gracián.